El polígono industrial de Jundiz es el mayor del País Vasco; está ubicado cerca del actual trazado de la línea de tren y no lejos del aeropuerto de Foronda. A su vez está localizado en las inmediaciones de la carretera Nacional 1 y es justo en este corredor donde se encuentra su zona de expansión hasta el nuevo polígono industrial de Subillabide, en las inmediaciones de Nanclares-Iruña de Oca. Se trata del polígono industrial de Vitoria-Gasteiz que más empresas congrega y el que más empleados ocupa.
Actualmente el transporte colectivo al polígono tiene un uso minoritario siendo lo habitual el desplazamiento en vehículo particular, generalmente no compartido; muchos de los empleados trabajan a jornada partida lo que supone cuatro viajes al día, lo que, dadas las dimensiones de la ciudad, no es considerado como una merma en la calidad de vida. El crecimiento del polígono ha ido dando lugar a la creación de nuevos accesos por carretera para evitar el colapso de las infraestructuras.
Situación de paradas
Parada 1: Cruce calle Lermandabide con Zuazobidea
Parada 2 : Cruce calle Jundiz con Zurrupitieta
Parada 3: Cruce calle Paduleta con Mendigorritxu
Objetivo
Miles de empleados disponen de un medio de transporte colectivo eficiente a sus centros de trabajo, que se constituye en el medio de acceso prioritario al polígono de Jundiz.
Desarrollo de la idea
Considerando el tamaño del polígono es difícil que una línea de metro que pretende ser parte de un tren de cercanías cubra adecuadamente toda su extensión. Esta casuística refuerza más la importancia de que las nuevas áreas industriales se desarrollen en paralelo al eje de desarrollo trazado por el tren, siendo distribuidas correctamente en puntos con parada del metro/tren de cercanías que facilite un acceso cómodo.
Concretando la implantación del metro, hay que considerar si la llegada a Jundiz se produce bajo superficie o no. Así como en el este el metro emergería a superficie pasado Salburua para dirigirse por el actual trazado del tren hacia Alegria-Dulantzi, en el oeste, procedente de Nanclares_Iruña de Oca son varias las opciones. La apuesta que se plantea aquí es que el metro discurra subterráneo por la parte de Jundiz ya consolidada, haciendo una parada en un punto central del polígono y en una segunda parada, o en la zona de expansión hacia el nuevo polígono industrial de Subillabide, el tren discurra por el trazado ferroviario actual. Evidentemente el tamaño del polígono hace que entre cualquiera de las paradas y el centro de trabajo haya una distancia considerable… a pie. Lo cual es un problema… o quizá no tanto. En cualquier caso, en busca de soluciones planteamos el siguiente escenario:
Sin considerar por ahora el acceso concreto a cada empresa, ¿cuánta gente se plantearía el uso del metro para acceder a Jundiz si el desplazamiento se sitúa en el entorno de veinte minutos entre el polígono y el centro de la ciudad o Judimendi-Santa Lucia (poco más para Salburua)? Pensemos en un medio que en horarios punta de acceso al trabajo contase con una frecuencia de cinco minutos. Mucha gente renuente actualmente al uso del transporte público "sacrificaría" darse un paseo de cinco o diez minutos para acceder a una parada de metro cercana a su residencia y llegar al polígono industrial en un medio que ofrezca, ante el vehículo particular, mayor rapidez, seguridad, comodidad y ahorro.
Recordemos, no obstante, que la justificación, y rentabilidad, de la implantación del metro se encuentra no en su uso por quien reside en su entorno de influencia más cercano sino por el uso masivo del conjunto de la ciudadanía para desplazarse a los centros de trabajo. Por tanto, el metro es un paso importante, pero no el único, para conseguir una ciudad con un uso eficiente de los recursos. El metro se engloba en una idea general de ciudad, lo que, entre otras actuaciones, supone una conjunción de los medios de transporte colectivo; esto es imaginemos, por ejemplo, la calle Paz, Francia y Portal de Villareal (hasta Reyes Católicos) reservadas, o con preferencia, para el transporte colectivo, en ambas direcciones de circulación. Con una frecuencia adecuada, reforzada en las horas de acceso y salida del trabajo, un empleado de Zaramaga o Adurza dispondrá de un transporte rápido hasta la parada de metro de Postas-Paz y de ahí una conexión de menos de veinte minutos a Jundiz.
Queda por concretar el desplazamiento entre las paradas del metro en Jundiz y cada empresa. Amén de un transporte en autobús en el interior del polígono que difícilmente contentará a todos, nos atrevemos a plantear otro "desafío":
Un gran parque de bicicletas a disposición de los viajeros del metro situado junto a cada parada de metro. Desde alguna de las dos paradas la mayoría de las empresas son accesibles en cinco minutos en bicicleta.
Se suele alegar que la climatología de Vitoria-Gasteiz no invita al uso de la bicicleta; evidentemente el argumento no es del todo válido si nos comparamos con los países del norte de Europa, con climas más rigurosos que el nuestro compatible con un uso intenso de la bicicleta. Se trata más bien, en mi opinión, de un cambio de mentalidad… que tiene que venir ayudada por otra serie de medidas que lo favorezcan. Propongo algunas medidas concretas en el polígono de Jundiz: pensemos, en la propia calle Jundiz, la principal del polígono, en cuyo cruce con la calle Zurrupitieta situamos la primera parada del metro (accediendo desde Vitoria-Gasteiz). La calle Jundiz se trata de una vía de dos direcciones de circulación en cada sentido, es decir, cuatro carriles, a los que se suma una fila de aparcamientos en cada dirección y las correspondientes aceras. Realmente no supondría ningún perjuicio relevante "perder" una de las filas de aparcamiento (quien aparca ahí suele ser por no molestarse en acceder al parking privado de la empresa) y la vía de circulación adjunta para reservarlas para un carril de bicicletas ancho, separado por pivotes del resto de carriles de circulación que recorra toda la calle.
En definitiva, al igual que en la calle Jundiz, es posible sin una gran inversión habilitar unos carriles de circulación exclusiva, anchos y seguros, para bicicletas por todo el polígono. Es más, para proteger en la medida de lo posible a los usuarios de las inclemencias metereológicas, sería asumible que en las calles principales del polígono, las más anchas, ese carril de circulación de bicicletas esté cubierto por una tejabana que no suponga un gran impacto visual.
Como digo la idea de metro se combina con otro conjunto de medidas que fomenten la eficiencia energética y contribuyan a un desarrollo sostenible. Dichas medidas no se detallan en este apartado pero reseñamos las más importantes con influencia sobre el polígono industrial de Jundiz:
- Medidas disuasorias del uso del vehículo privado
Evidentemente el éxito del metro ha de basarse en la eficiencia del servicio ofrecido que ha de ser altamente competitivo frente al uso del vehículo particular. Aún así habrá usuarios recalcitrantes que prefieran el desplazamiento en coche. Imaginemos un residente en San Martín junto a la parada de metro. Dicha persona tiene la oportunidad de usar el metro o decantarse por desplazarse en coche al polígono de Jundiz, al fin y al cabo prácticamente una recta le conduce hasta el polígono. A parte de la dependencia general del petróleo del país, en este caso el uso del vehículo particular frente al desplazamiento colectivo supone una penalización para el conjunto de la sociedad. Por tanto es lógico que el conjunto de la ciudadanía que hace un uso eficiente de los recursos se vea resarcida. En el caso concreto del acceso a Jundiz es factible la instalación de peajes o, sin más, controles aleatorios de acceso que penalicen a los usuarios del vehículo particular, especialmente a aquellos con un solo ocupante. Como es lógico quedarían excluidas de esta penalización las personas con minusvalía.
- Fomento del uso de bicicleta
Ciertamente la lejanía del polígono respecto al área urbana no facilita el acceso en bicicleta. En cualquier caso, dentro de un proceso general de fomento del uso de la bicicleta es preciso diseñar unos accesos en bicicleta al polígono con un nivel de servicio (anchura, seguridad, etc.) adecuados. Lo que sí resulta factible es facilitar el acceso a Jundiz desde el barrio de Zabalgana; se trata de un barrio de alta densidad poblacional en el que la prolongación, por medio de una vía para bicicletas, de la calle De los Derechos Humanos/Giza Eskubideen Kalea pasando cerca del pueblo de Zuazo desemboque en el polígono de Jundiz y su red de circulación para bicicletas definida anteriormente.
- Oportunidades adicionales a la estación de metro
En otras paradas del metro son más claros los beneficios adicionales y sinergias que se pueden crear aprovechando el desarrollo del metro. En el caso de Jundiz la estación de metro puede venir acompañada por equipamientos adicionales cuyo alquiler redundaría en beneficio de la sociedad gestora de la línea de metro: restaurante, zona de ocio-gimnasio, guardería, etc.